jueves, 4 de febrero de 2010

Madrugadas


Llegaste tan adentro mío, y ahora nada…
Sos ese lugar conocido donde nunca había estado.
El amor pasó cerca esas madrugadas…
Constelamos placeres y rituales de abundancia,
aniquilamos jefes de oficina.
Tantas formas de tenernos en esa dimensión hecha de ganas…
Hoy desde la carencia
escapo de las melodías donde antes te buscaba,
escondo la modelina y las boquitas perfumadas,
me quedo a oscuras y en silencio
vaciando tanto, llenado en tan poquito.
Basta un segundo para que todo arda,
un segundo para que todo se apague?
Por las noches, sobre todo si llueve;
aún me enciendo.
4/2/10

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