sábado, 12 de noviembre de 2011

Revelaciones 11-11-11

Me tomé entre mis manos y lloré silencionsamente.
Me perdoné por haber llenado espacios con lo que no fuera amor.
Miré dentro de mi corazón y solo había espacio para el amor, infinito espacio.
Me acaricié y me prometí verdad.
Me prometí infinito amor.

martes, 23 de agosto de 2011

soy la piedra en el zapato del mundo


soy la piedra en el zapato del mundo
soy la inoportuna
la irreverente
soy la incomodidad
la inestructura

soy un dolor de huevos
lo peor que podría pasar

soy el ruido estremecedor
soy la disonancia
la estridencia
la sirena, el estallido

soy el lugar que no esta en ningún lado
soy la no norma

domingo, 17 de julio de 2011

un corazón

un corazón roto que no supo sanar
un miedo atroz a desear lo que no existe
un vacío anacrónico e inapelable
el silencio por no saber nombrar
la oscuridad de nunca haber visto
...ingrato mundo que no perdona a esta criatura
que no tiene un espacio
para alojar tanto universo…

domingo, 29 de mayo de 2011

nido

mi cuerpo no será tu nido, no.
no llevaré tu semilla
no amamantaré tu sangre
no cumpliré
no cerraré los ojos
no bajaré la cabeza
no me pondré de espaldas

lunes, 23 de mayo de 2011

Prólogo


Busco tu centro, mi centro.
Sanar tus alas rotas,
y la niña muerta
que desgarra tu carne, y la mía;
y el dolor de nuestra vida,
y la esencia,
y la contingencia,
y tal vez Dios.

Alas Rotas

Intento un vuelo
que es la libertad de mi alma enceguecida.
Aquel cielo infinito,
que se me niega
que se me oculta.
Intentos vanos de lograr aquel viaje
mágico y silencioso;
alimento de mi sangre
espesa de tierra y suelo.
Y siento mis alas rotas,
inútiles voluntades mutiladas
por el miedo y la desesperanza.
Me quedo, pequeña,
desde el suelo atroz.
Lunas y estrellas
motivando un aleteo imaginario,
y solo despegan mis pupilas
en un vuelo de reconocimiento.
Un instante de éxtasis
siento migrar
mi cuerpo que resuena en el silencio
y otra vez,
sigo en la tierra.
Es porque así me enseñaron;
que no puedo volar.
Por eso mis alas se quebraron;
no puedo volar
contra la voluntad de los hombres

Nos entendemos en el silencio


Nos entendemos en el silencio
donde la palabra se hace carne.
En la ambigüedad de la noche,
sin saber si son tus manos o tu alma
lo que me arranca la piel.
Nos abandonamos en un vértigo definitivo,
que va humedeciendo
sentidos insospechados.
Vamos acomodándonos
en la concavidad de nuestros cuerpos;
palpitando los últimos cristales
quebrados en la estridente quietud.

Naufragada en el hastío


Naufragada en el hastío,
transplanto soles
que revivan sutiles escenarios nuevos.
Busco demente, un espejo contenedor.
Los reflejos no se parecen
a la niña que creía.
Signos de madurez forzada,
de saber aprendido a empujones,
contesta el espejo.
Pero, inapelable, se hace presente
desde mi diminuta pero inmutable identidad;
una fortaleza caprichosa, sostenida vehemente;
que me alienta a permanecer.
A transitar, sangrando,
este cielo, y todos los cielos.

Todas mis palabras


Todas mis palabras
intentan un mismo signo,
desolada por el papel
me desaliento; me precipito.
La tinta dibuja en mi mente
pero no en mi mano.
Se esconde en las grietas de mi cerebro.
Y las ideas se escurren
y se diluyen en alegorías infames,
en metáforas afortunadas,
en versos irreverentes.
Si el juicio se detiene en el valor de un intento;
puedo omitir el fracaso,
pero cada engendro abortado
me sepulta en la agonía
de una muerte infinita.

Desperté


Desperté en un jardín
lleno de piedras con nombre.
Cada peñasco labrado
festejaba rondas de flores.
Y busque mi nombre en las piedras,
pero no estaba.
Un ángel transparente
rozo mi cabeza con sus alas;
y entonces comprendí,
que aun no había una piedra para mí.

Una palabra


Una palabra que vuela
y se quiebra en el mar de los muertos.
Y otras palabras, el mismo destino.
Se hunden en un barro gris,
polvo de huesos
de los que aun viven en sombras.
El eco que me devuelve
el vacío de tu ausencia,
un espacio azul
donde buscan refugio las miradas.
Y la música de siempre,
que es el silencio
de los que aun no hemos nacido.

Breve prescripción para tu barro


                                                                         A Carolina Campos

Miedo a envilecerte
en los vacíos de las pretendidas presencias.
No busques excusas,
que disculpen posteriores desengaños.
Tu forma de existir, alucinógena, desmedida;
te arrastra por un túnel agónico
a orillas de la vida.
No busques garantías ni reaseguros,
dejate doler por las ausencias y las respuestas huecas.
En alguna grieta del abismo azul
todos encontramos el primer signo de la gran puerta.
Entregate al olvido
si crees que es necesario,
tal vez en  un gesto amante
encuentres un tramo de verdad.
No abuses de la ambigüedad protectora
de la oscuridad y el desencuentro.
Si desgarra tu carne, la realidad,
por las hendiduras, saldrá para escribir
la lengua de tu alma.
No le temas al silencio;
solo allí se escucha un latido.
¿Quien puede condenarte; si lo tenés todo, pero roto?
¿Quien puede culparte, si tus ilimitados deseos
solo persiguen un instante de paz?

Te busco


Te busco detrás de todas esas letras amorfas.
Intento construir un idioma  para llegar a tu pureza.
No reparo en tu debilidad,
sino en la fortaleza de tu agonía.
Te deslizás por paisajes medievales
donde la palabra detiene tempestades.
Es tan efímera nuestra consistencia
como sigilosa la pena que se escurre en nuestro absurdo.
Hay una hendidura en las paredes de tus entrañas.
Un desengaño brutal
quebró los cristales de tu niñez.
Fantasmas sepia te acechan
desde fotografías inexistentes;
consumen tu sangre,
engendrando grietas incurables.
Y a pesar de sus recaudos, y de mis intentos;
solo puedo encontrarte
en el breve instante en que se abrasan nuestros cuerpos.

martes, 17 de mayo de 2011

atorada

atorada, un volcan que crece, caída libre...
abismos anacrónicos
no me preguntes
no tengo palabras que puedan vencer este silencio

sábado, 7 de mayo de 2011

NI LOCA

La pantalla en blanco sería como la tela en blanco?

Hay tanto para decir y tan pocas palabras…

Imposible el silencio en esta ciudad, imposible el silencio afuera, imposible adentro.

El ruido de las dudas, de las tentaciones, de las promesas.

Música para tapar el ruido que tapa el silencio.

Televisión para tapar la luz que tapa la luz.

¿Que será lo taaan grave que no queres ver?

¿De que te quejas si tenes lo que queres?

¿Vos decís?

Ilusa, buscás magia? Algo que te vuele la cabeza?

Pegate un tiro, como no pudieron hacer los que tomaron pastillas.

Y dejar la vida? ¿Dejar esta, la única que tengo y que conozco?

¿Bajarme del barco?

Ni loca.