Una
palabra que vuela
y se
quiebra en el mar de los muertos.
Y otras
palabras, el mismo destino.
Se
hunden en un barro gris,
polvo
de huesos
de los
que aun viven en sombras.
El eco
que me devuelve
el
vacío de tu ausencia,
un
espacio azul
donde
buscan refugio las miradas.
Y la
música de siempre,
que es
el silencio
de los
que aun no hemos nacido.
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