Te
busco detrás de todas esas letras amorfas.
Intento
construir un idioma para llegar a tu
pureza.
No
reparo en tu debilidad,
sino en
la fortaleza de tu agonía.
Te
deslizás por paisajes medievales
donde
la palabra detiene tempestades.
Es tan
efímera nuestra consistencia
como
sigilosa la pena que se escurre en nuestro absurdo.
Hay una
hendidura en las paredes de tus entrañas.
Un
desengaño brutal
quebró
los cristales de tu niñez.
Fantasmas
sepia te acechan
desde
fotografías inexistentes;
consumen
tu sangre,
engendrando
grietas incurables.
Y a
pesar de sus recaudos, y de mis intentos;
solo
puedo encontrarte
en el
breve instante en que se abrasan nuestros cuerpos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario